Noticias: Pagan por asistir a clase
Tras fracasar con los métodos represivos, Francia ha decidido aplicar esta lógica en la lucha contra el creciente absentismo escolar. Para incentivar la asistencia a clase de los alumnos, tres institutos situados en barrios difíciles de la periferia de París ofrecen recompensas hasta un máximo de 10.000 euros por clase.
¿Cobrar por no hacer campana? Sí, pero dentro de un orden. La fórmula, puesta en marcha este curso de forma experimental, promueve que el cheque del premio se invierta en un proyecto colectivo, como un viaje cultural o lecciones de carnet de conducir.
En el instituto profesional Bobigny, en plena banlieue, una clase iniciará el curso con un saldo ficticio de 2.000 euros. Esta cantidad aumentará en 2.000 euros más cada dos meses siempre que los alumnos se sienten detrás de sus pupitres de forma asidua. Si el 100% de los estudiantes está presente, habrá una prima suplementaria de 1.200 euros. El resto de incentivos económicos dependerán del comportamiento y del rendimiento. Si no, no hay bote. Pero sólo para prestarse al juego, tienen asegurados los 2.000 euros iniciales.
El abandono de los estudios está relacionado con el absentismo crónico, que el curso pasado fue en secundaria del 8,2%, unos 438.000 alumnos. Cada año entre 120.000 y 150.000 jóvenes le dan la espalda a los estudios.


































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