Noticias: Primer campeonato de siesta nacional

Dormirse rápido, no despertarse durante veinte minutos, roncar muy alto y una postura original son algunas de las claves para ganar el Campeonato Nacional de Siesta, cuya primera edición se celebrará en Madrid la próxima semana.

Organizado por la Asociación Nacional de Amigos de la Siesta (ANAS), este concurso contará con la participación de varios médicos encargados de difundir los beneficios saludables de este hábito.

La competición, que consiste en dormir los veinte minutos de siesta que aconsejan los expertos, se celebrará desde el próximo jueves 14 hasta el sábado 23 de octubre en un centro comercial madrileño.

ANAS invitará a comer previamente a todos los participantes que, entre otras cosas, deberán ser capaces de conciliar el sueño antes que sus contrincantes y no despertarse hasta que no hayan pasado los veinte minutos de rigor.

En un comunicado, los organizadores han informado de que cada día habrá ocho rondas diferentes ,desde las 12 hasta las 19 horas, con cinco participantes cada una.

Todos ellos dispondrán de un pulsómetro que permitirá saber a los médicos en qué momento se durmieron y cuándo se despertaron.

El sistema de puntuación premiará principalmente al que tarde menos tiempo en dormirse, aunque también valorará el mantenerse dormido durante los veinte minutos que dura cada ronda, el estar tumbado todo el tiempo, la vestimenta, la originalidad de la postura y el hecho de roncar.

La suma de todos estos aspectos determinará el ganador de cada ronda y, además, configurará una clasificación general cuyo vencedor final obtendrá el premio de primer campeón nacional de siesta.

Todos los participantes obtendrán una camiseta oficial de regalo, mientras que los interesados podrán facilitar sus datos para que ANAS incluya en la página web del evento una ficha con su foto, su puntuación y un pequeño vídeo de su participación para que puedan ser votados y optar al premio de "favorito del público".

Los organizadores aseguran que este campeonato pretende defender la "bonita y útil tradición nacional" de la siesta, y luchar contra los hábitos de la vida moderna que, poco a poco, están mermando el número de personas que la practican.