Tanta es su fortaleza, que no se amilana ante nada. Según dijo, "puedo correr más rápido que la mayoría de mis amigos y tengo un trabajo regular como camarera en el restaurante familiar. No existe razón para catalogarme como discapacitada".
Esta malformación hizo que, nada más nacer, su familia temiera que no pudiera llevar una vida normal ni pudiera caminar correctamente. A pesar de todo, Wang, madre de un niño de cinco años, se ha adaptado de tal forma puede caminar como cualquier otra persona.
Ella se lo toma con humor. "Soy como cualquiera, a excepción, obviamente, de que me pongo los zapatos apuntando hacia atrás".
Via| Terapiasmanuales
No hay comentarios:
Publicar un comentario